Un poco de Historia del sombrero hasta finales del XVIII

En la antigüedad los tocados los utilazaban tanto hombres como mujeres para defenderse del frío o del sol y también como adorno. Según su forma indicaban diferencias sociales, religiosas o rituales. En las civilizaciones egipcias, romanas y griegas, el sombrero era usado como una marca de rango. Las mujeres egipcias llevaban a menudo únicamente una banda o cinta y una klaft para cubrir la cabeza. Este se hacía generalmente de un material espeso y en forma de bandas que se fijaba a las sienes. Caía en pliegues sobre los hombros, cubriendo a veces los oidos y otras, dejándolas libres. Los egipcios se tomaban grandes molestias en aderezar su cabeza. Plisaban su pelo de manera compleja y poniéndose pelucas de pelo natural que iban unidas a los tocados similares a un pequeño casquete. El tocado oficial del faraón lo formaban una mitra alta adornada por delante con el ureus, serpiente protectora del alto Egipto, y una mitra roja adornada con una cruz, símbolo del bajo Egipto.

Máscara funeraria de faraón.

En los primeros tiempos se cree que el fieltro, era el material más común utilizado al realizar sombreros. Originalmente fue descubierto por las tribus nómadas de Asia que utilizaban la lana de oveja con para tiendas de campaña y ropa. En Asiria, solo los reyes podían llevar una tiara vertical, rodeada de una diadema. Esta tiara era un cono truncado coronado por una punta. El bonete cónico que llevaban los persas estaba hecho de lana y tenía un promontorio que se inclinaba hacia delante o hacia atras.

En el periodo greco-romano la mujer lleva un tocado que se parece al pileus, el tocado de los marineros, pescadores y artesanos. Se lleva sin atar y sobrepuesto para que el pelo se pueda ver. De forma excepcional se le añadía agún velo. Los bonetes de fieltro los llevaban exclusibamente los hombres. En el campo se tocan con sombreritos de paja o de fieltro, como el petasos, o con un gran sombrero de fieltro con el ala levantada, como el kausia

HERMES. Museo Gregoriano Etrusco Vaticano, Vatican City

Ya en la España de la Edad Media las mujeres de la corte  llevaban una tiara de material bordado y adornado con perlas y piedras preciosas, todo ello sujeto a la cabeza por medio de un barbuquejo, una cinta ancha que pasaba por debajo de la barbilla. A pesar de los edictos de Alfonso X , la altura de este tocado, aumentó durante los últimos años de su reinado.Igual que en todas las cortes, la vestimenta de la mujer cortesana era cada vez más ostentosa. Mucha de la importancia estribaba en los extravagantes tocados, que debían mucho a las influencias del Medio Oriente que fueron asimiladas durante la época de las Cruzadas. Según el historiador Juvenal de Ursin, «estos tocados se hicieron tan grandes que cuando ellas querían pasar de una habitación a otra, tenían que volver su cabeza a los lados, para poder pasar por las puertas». El Hennin es un bonete que termina en pico, inspirado en una moda siria.

Tocado » hennin».

El tocado del siglo XV era el templette, que se ajustaba a la cabza por detrás y a los lados por delante, llevando un ribete ancho de cuentas, de cristal, perlas…Algunos templettes iban cubiertos con una capucha, de genero espeso, cubriendo la cabeza por arriba y por detras. Por delante caia un poco sobre la frente. En otros casos no caía por la frente , sino por detras de la cabeza. Por ultimo se podia cubir con un turbante o una corona. El tocado de los hombres consistía en gorros a modo de cofias y bicoquets, que los llevaban de forma separada o uno encima del otro atado con largas cintas. Algunos estilos flamencos comenzaron a verse también en los tocados de la mujer, que consistía en un sombrero adornado con una joya, o en una diadema metálica con un velo de muselina.

Margarita Tudor.

El capirote,capucha que lleva una esclavina corta, forrado de piel, se alarga con una papalina que llega hasta las piernas o se enrolla en el cuello.Pero se generaliza la costumbre de de ponerselo como si fuera una gorra.Sobre este se puede llevar un gorrito redondo,cuya ala, calada sobre los ojos se levanta por detrás.

Los tocados femeninos se hicieron menos voluminosos durante el siglo XVI influenciados por Italia. Consiste en una toca baja, con el bordde levantado por todos los lados, que se lleva muy inclinada cuando se pone una calotte, especie de bonete con rodetes, y recta cuando se coloca directamente sobre el cabello. En el hombre el sombrero es plano, de fieltro, terciopelo, satén o tafetán, adornado con una pluma blanca alrededor. También puede tratarse de una toca, que se lleva inclinada o de una boina plana que avanza hasta los ojos.

Francisco I de Francia.François Clouet, 1525. Museo del Louvre.

Las doncellas cubren el cabello sobre los hombros con una sencilla redecilla peerlada, las mujeres casadas tienen la posibilidad de elegir entre el tradicional capirote y los tocados italianos. Estos son la ferronière, joya sujeta en medio de la frente con un cordón, el tocado en passe-filon, que hace pasar unas trenzas por unas joyas circulares, o la coquille (concha), casquete de terciopelo rojo bordado con oro y perlas.

La Belle Ferroniere.Leonardo da Vinci. Museo del Louvre.

Laudomia de Médicis.Agnolo Bronzino,1560-1565.Galeria Uffizi, Florencia.

En el siglo XVII , una estética nueva, basada en la busqueda del refinamiento y de la elegancia se afirma. Los sombreros se llevaban bajos y se hacían de fieltro o de piel de Castor, y con sus anchas alas rodeadas de dos largas plumas. En Holanda durante este siglo complementaban ropas hechas con ricos materiales con sombreros de paja. Estos, que también los llevaban las mujeres inglesas, son una reminiscencia de los sombreros parecidos a un cuenco invertido a los que hace referencia Tiziano.

Ana de Francia, para acompañar su tocado de viuda, lleva un bonete , al que va atado un velo de muselina.

Las mujeres pueden ponerse a veces sobre la cabellera bonetes sin ala, pequeñas toquitas empenachadas y pañuelos bordados de encaje. El tocado, bautizado más tarde con el nombre de «a la Sevigné», consta de dos gruesos manojos de bucles a la altura de las orejas; la parte del medio del cabello, plana, se cubre con un gorrito de terciopelo en forma de punta sobre la frente. Las cornettes son bonetespara casa, que se colocan hacia atrás en la cabeza y cuyas dos largas extremidades caen sobre el pecho espues de haber sido anudadas. Para salir se llevaba un pañuelo cuadrado de seda, anudado bajo el mentón, o unas caperuzas mas amplias.

Mme. de Sévigné by Robert Nanteuil

A lo largo de los siglos el tocado se representó en diversas formas  tanto para hombres como para mujeres. Durante  períodos anteriores los sombreros para hombres se consideraron un elemento importante de la moda, a diferencia de los sombreros de la mujer, que tomaron relevancia a partir del siglo XVIII. Gracias a su popularidad,  una gama cada vez más diversa de materiales fueron usados para su producción: seda, terciopelo, taffeta, cuero, fieltro, Castor…

En el siglo XVIII había pocas variaciones en el diseño básico del sombrero de tre picos: el ala triangular del sombrero se curvaba algunas veces hacia arriba y otra veces horizontalmente pudiendo variar también su altura. Con frecuencia se utilizaban plumas y trenzados cruzando la parte alta del sombrero para alterar el ala del mismo.

La mujer lleva un tocado de gasa llamado marli, en el que van doblados los extremos hacia atrás , sujetos con un alfiler. El bagnolette era un teocado de invierno que llevaban las mujeres de todas clases y edades. En 1794 llegaron los bonetes y gorros y los sombreros verticales con extravagantes tocados  empezaron a decaer. Lo normal eran los sombreros de paja.

María Antonieta.Vigée-Lebrun (1783)

Madelaine Rose Bertin, comerciante de modas bajo la Revolución, llegó a ser » Ministro de la Moda», debido a su influencia sobre la reina Maria Antonieta. Consigue la autoridad necesaria para imponer sus opiniones, el sentido de la publicidad, el gusto por el lujo que despliega en su suntuoso estsblecimiento de la calle Saint-Honoré, la calle del comercio elegante parisino, y la conciencia de su valor.Desde 1775 los economistas se dan cuenta de que el vestido de la mujer se convierte en Francia en un asunto político por su influencia en el comercio y las manufacturas.

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